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Volver a reencontrarse 45 años después. Ese fue el objetivo que tuvieron algunos de los estudiantes que terminaron Magisterio en la promoción de 1980, y lo consiguieron. Tras meses de organización y de localizar a los compañeros, que en algunos casos no habían vuelto a ver, finalmente se reunieron días atrás en un almuerzo en el que participaron una treintena, además de uno de sus profesores.
El grupo, que se encontró en la capital grancanaria, hizo la carrera en la especialidad de Matemáticas y Ciencias Naturales, donde también estudiaban Cálculo y Biología, en la Escuela de Magisterio ubicada en la calle Juana de Arcos de la capital grancanaria, recuerda Mary Carmen Martín. Eran de diferentes lugares de Gran Canaria como Vecindario, Arucas y Telde, además de Lanzarote y Fuerteventura. Al encuentro se unió el profesor de Matemáticas, Víctor Hernández, que en ese entonces tenía su primera experiencia en la Universidad y «se hizo uno más». Lo más curioso es que todos los que acudieron están jubilados, mientras que Hernández es el único aún en activo.
Mary Carmen explica que fue un día de emociones después de tantos años. «Al finalizar el curso salimos contentos por haber terminado y nos desconectamos sin saber noticias unos de otros», detalla.
Y como el interés por reencontrarse era muy grande porque guardaban un gran recuerdo del compañerismo y horas de estudio, se pusieron en marcha en busca de direcciones, correos electrónicos y números de móvil. «Muchos de nosotros no volvimos a vernos y ahora en esta tercera etapa de nuestras vidas nos hemos reencontrado», asegura. Ahora mantendrán el grupo de Whatsapp para volver a reunirse a menudo.
Mary Carmen Martín recuerda que cuando estudiaron, las notas eran expuestas en el tablón de anuncios y enviadas a casa en un sobre. «Esperábamos al cartero como un novio muy querido para ver los resultados de un curso escolar. En aquella época existía el acceso directo por mejor nota y a pesar de eso no había entre nosotros competitividad, nos ayudábamos para aprobar. Creo que eso nos unía y por eso mantenemos lindos recuerdos», rememora.
Cuando terminaron el curso, algunos continuaron la carrera por acceso directo, otros por oposiciones y hubo quien tomó otro destino que no fue la enseñanza, explica al tiempo que lamenta que tres de ellos ya fallecieron. «Fuimos maestros de vocación y entrega», asegura.
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