La baja participación y sospechas de corrupción empañan las elecciones judiciales de México

La consulta, en la que se elegían unos 2.680 funcionarios, desde ministros de la Suprema Corte hasta jueces de primera instancia, apenas movilizó a una quinta parte de los ciudadanos que votaron en la elección presidencial de hace un año, en las que se impuso Sheinbaum, la heredera política del izquierdista Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Estos comicios, ya acompañados por la polémica desde sus inicios y que han representado el cambio más profundo a la judicatura en las últimas tres décadas en México, representaban el corazón de la reforma constitucional que impulsó el oficialismo, en medio de una pugna con el máximo tribunal que bloqueó varios proyectos a AMLO (2018-2024).

Aunque los resultados tardarán varios días en conocerse y pese al reiterado argumento de Sheinbaum de que la consulta era la manera de terminar con la arraigada corrupción e impunidad del sistema judicial, lo cierto es que la cita ha arrojado más preocupaciones y dudas que certezas. Opositores y expertos sobre la independencia de la judicatura temen que la actual fórmula de elecciones judiciales facilite a los criminales influir en las cortes con amenazas o sobornos.

Los grupos contrarios a la votación impulsada por el oficialismo recurren a ejemplos concretos de candidatos que han podido presentarse a la cita. Entre ellos destaca Silvia Delgado, exabogada del convicto narcotraficante Joaquín 'Chapo' Guzmán. Pero también Fernando Escamilla, aspirante a juez estatal en Nuevo León (noreste), fue a su vez letrado de Miguel Ángel Treviño, antiguo líder de Los Zetas, un extinto cártel conocido por su brutalidad. O también Leopoldo Chávez, que optaba a la judicatura por el Estado de Durango (norte) y estuvo preso casi seis años en EE UU por tráfico de metanfetaminas. En total, la oenegé Defensorxs ha identificado cerca de 20 perfiles «riesgosos», por su pasado ligado al narcotráfico o grupos criminales.

Sheinbaum, con una popularidad superior al 70%, replica ante los escépticos que la corrupción ya existe en las cortes y que la elección permitirá un mayor escrutinio. «El actual poder judicial ha sido responsable de favorecer a miembros de la delincuencia organizada y está plagado de »nepotismo«, remarcó, no sin antes destacar que la cita del domingo se caracterizó por la »transparencia, las campañas austeras y el voto libre«. »La elección histórica del poder judicial del 1 de junio de 2025 ha sido todo un éxito. Cerca de 13 millones de mexicanos y mexicanas salieron a ejercer por primera vez en la historia quiénes deben ser los ministros magistrados y jueces«, incidió.

Los expertos, en cambio, alertan de que la elección popular es un método de selección más fácil de infiltrar por los cárteles del narcotráfico comparado con otros esquemas, como la carrera judicial. Implica, además, «un riesgo de que el electorado no elija a los candidatos basándose en su mérito», según contó a la AFP Margaret Satterthwaite, relatora especial de la ONU sobre la independencia de jueces y abogados.

Y es que precisamente otro de los problemas que salió a la luz en las elecciones judiciales del domingo fue el generalizado desconocimiento por parte de los votantes sobre los aspirantes a elegir. «No conoces a los candidatos, salvo los que hacían vídeos en TikTok», declaró a AFP tras sufragar Leslie Moreno, una abogada de 30 años que no podía ocultar su preocupación por el nuevo sistema, que en 2027 conllevará la elección de otros 4.000 cargos.