Por 5 euros, Venecia

Desde esta semana es el precio al que tiene que hacer frente el turista. La causa, sencilla. Las autoridades quieren poner coto a los aluviones constantes de curiosos. Se escudan en que abundan los que llegan, apenas gastan, si es que lo hacen; y obligan a la toma constante de medidas para cubrir la demanda de agua, luz y cobertura sanitaria.

La presión turística es tal que los oriundos llevan años poniendo tierra y agua de por medio. Pueden ser ahora unos 60.000 residentes. Hace no mucho, el censo se conformó por más de 100.000. Se concentran en un territorio con una superficie de apenas 6 kilómetros cuadrados, si nos centramos en la plaza de San Marcos y su entorno. La ciudad, en conjunto, ronda los 150 kilómetros cuadrados; menos que el municipio de Teguise o que El Hierro.

Cada año es habitual que paseen por la bella ciudad entre 18 y 20 millones de viajeros. Más que los que frecuentan Canarias en global.

A nivel de España, en Santiago de Compostela, leí en 'La Voz de Galicia' el 7 de abril que se están valorando acciones para ordenar el turismo y moverlo del entorno de la catedral. Y en San Sebastián se aplican ya acciones para poner cupos.

¿Y nosotros? Entre ecotasa, entradas por acceder a espacios naturales o dejar las cosas tal cual, ¿qué opción les parece la menos mala?