Doble intento de precinto de la terraza Palmira, que estudia reclamar daños a San Bartolomé de Tirajana

Un error formal propicia que el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana tramite por dos veces el precinto de la terraza Palmira, en el complejo de apartamentos Roca Verde, en Playa del Inglés.

Disciplina Urbanística, que dio curso a este procedimiento de clausura porque, según fuentes municipales, el local carece de licencia de obras y de actividad, hizo efectivo estos días un primer precinto, que luego revocó porque se le notificó a la comunidad de propietarios del Roca Verde y no al explotador, un empresario ajeno al complejo. Como consecuencia, el verdadero afectado nunca fue notificado del procedimiento ni se le dio pie a hacer alegaciones. El local estuvo cerrado 4 o 5 días, por lo que la parte afectada estudia reclamar los daños causados, según fuentes vinculadas al negocio.

El motivo del error tiene que ver con el hecho de que las obras que se ejecutaron para abrir este local y que tienen un expediente abierto en Disciplina fueron promovidas por la comunidad de propietarios, lo que llevó al Ayuntamiento a vincularla también a la explotación de la actividad, cuando, según apuntan portavoces del Palmira, el explotador, que es ajeno a la comunidad, ya había solicitado esa licencia de actividad desde noviembre de 2024.

La confusión, advierten desde el gobierno municipal, no paralizará la tramitación para la clausura de esta terraza, que cuenta con tres informes desfavorables, dos por las obras y otro a la comunicación previa de la licencia de actividad. Desde el Ayuntamiento no ven viable un permiso de actividad cuando ni siquiera tiene el de obras.

Por su parte, desde el Palmira defienden que las deficiencias detectadas en las obras son subsanables y que están en plazo para legalizarlas. Respecto al permiso de actividad, dicen que ya lo tienen del Gobierno de Canarias desde hace años. «El complejo tiene un uso consolidado de bar», aseguran estas mismas fuentes.

Este expediente se inició a raíz de la denuncia de un particular, que alertó de que los trabajos que se estaban ejecutando en el local debían ser considerados como de obra mayor y que, por tanto, requerían de un proyecto técnico visado. Además, temía que en realidad este plan de obras tuviese como fin abrir un nuevo restaurante terraza musical abierto a la calle, pese a que, en principio, solo podría habilitarse para uso exclusivo de los apartamentos.

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