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«Hoy más que nunca, en este momento tan delicado, quiero alzar mi voz como ciudadano, como empresario comprometido con Canarias, como asesor internacional, pero sobre todo como ser humano que cree firmemente en la solidaridad y en la defensa de la infancia. Me duele profundamente ver cómo, a pesar de los avances legislativos, seguimos leyendo titulares que reflejan desencuentros políticos a costa de los menores migrantes no acompañados. No puede ser que, tras la aprobación de un reparto solidario, sigamos atrapados en debates estériles mientras miles de niños y niñas, que no tienen culpa alguna de las crisis de los adultos, esperan en condiciones muchas veces precarias una oportunidad para vivir con dignidad».
Quien escribe así no es un portavoz de un partido político con presencia en el Parlamento de Canarias. Ni el representante de una organización no gubernamental que atienda a menores migrantes no acompañados. Es Mohamed Derbah, el libanés afincado en Tenerife que está entre la decena de detenidos por la Policía Nacional en el marco de una operación para desmantelar una trama delictiva que combinaba el tráfico de drogas con negocios inmobiliarios, la presunta complicidad de agentes policiales, información privilegiada de lo que sucedía en los juzgados e injerencias en la política.
Esas palabras de Mohamed Derbah fueron publicadas el mismo día de su detención en 'Sol de Canarias', un periódico digital del que aparece como editor. A las pocas horas de que el texto estuviese en el universo de internet, Derbah vio cómo su particular mundo de poder se desmoronaba -a expensas de lo que consigan sus abogados- y acabó en un calabozo policial. Con él fueron detenidos al menos tres agentes policiales, incluido el inspector ya jubilado Francisco Moar, que capitaneó la investigación del caso Mediador.
Asuntos Internos de la Policía lideró las pesquisas, que se iniciaron hace muchos meses y que se han centrado en la trama de intereses cruzados en el sur de Tenerife. Allí donde en su día hubo que combatir contra la delincuencia británica asociada al negocio inmobiliario -de ahí la presencia de John Palmer, autor del llamado 'robo del siglo XX' y ya fallecido- y donde años después se detectó la presencia de grupos mafiosos italianos, ahora aflora otro entramado delictivo con un viejo conocido de la Policía como es Derbah.
8 detenidos
este miércoles por la Policía Nacional. Siete pasaron a disposición judicial este jueves, siendo enviado a prisión sin fianza el empresario Mohamed Derbah. La declaración del inspector policial jubilado Francisco Moar no se pudo realizar en La Coruña y se ha retrasado; quedó en libertad provisional, al igual que los otros dos agentes y los otros cuatro detenidos. Todos ellos están con medidas cautelares.
En su periódico digital se le presenta como «Mohamed Jamil Derbah, consejero especial del primer pinitos de Guinea-Bisáu, asesor de países africanos, empresario turístico en Tenerife y presidente-gerente del grupo de comunicación 'Sol de Canarias'». Respecto a John Palmer, estuvo a su sombra y se le identificó como responsable de su seguridad; otros dicen que 'heredó' parte de la fortuna del británico.
Pero también Derbah ha hecho sus pinitos en política. Aparece como presidente de Fuerza Canaria, un partido cuya aspiración es un clásico en la política municipal canaria, en especial en zonas turísticas o de gran valor inmobiliario: conseguir uno o dos concejales y ser clave para conformar mayorías en el ámbito local.
Tanto en la estrategia mediática como en la política, Mohamed Derbah ha contado con el asesoramiento del periodista Félix Rojas, un veterano de la profesión que apareció en 2023 como 'acompañante' de Antonio Navarro Tacoronte, el intermediario que da nombre al caso Mediador. En aquellos primeros días del estallido del caso, si se quería hablar con el Mediador, el nexo era Rojas. Y con Rojas por medio, Navarro Tacoronte ofrecía el material que atesoraba en forma de mensajes telefónicos, grabaciones y vídeos. Las llamadas y los encuentros llegaron, por ejemplo, a la cúpula de Coalición Canaria, el propio presidente del Partido Popular en las islas, empresarios y medios de comunicación, en especial los nacionales, que vieron un filón en alguien que contaba las andanzas sexuales de cargos públicos y parlamentarios.
Ya entonces se extendió que detrás de todo estaba Mohamed Derbah, que habría 'atesorado' las horas y horas de grabación del Mediador, un material en el que no solo aparecían las 'trapisondas' nada ejemplares del entonces diputado socialista Juan Bernardo Fuentes; su sobrino y director general de Ganadería Taishet y el general de la Guardia Civil Francisco Espinosa, más una docena de empresarios, sino también de concejales, alcaldes y otros cargos públicos del sur de Tenerife y del Cabildo.
Navarro Tacoronte | El intermediario. Al ser detenido por una presunta estafa, decidió colaborar y entregó los móviles y las grabaciones: así empezó el caso Mediador
Francisco Moar | El inspector. Dirigía las pesquisas del caso Mediador. Al ser apartado, se desató una guerra en la Policía y entró Asuntos Internos desde Madrid
Es en ese punto, en la conexión entre Derbah, el Mediador y el inspector que dirigió en sus inicios ese caso donde hay espacios de sombra que ahora se vuelven de gran relevancia. Cabe recordar que, según los autos de la jueza instructora del caso Mediador, María de los Ángeles Lorenzo-Cáceres, todo arranca el día en que Navarro Tacoronte, al ser detenido por una denuncia por presunta estafa, decide colaborar con la Policía y la Justicia y entrega sus móviles. Ahí estaba teóricamente Francisco Moar y el abogado que inicialmente representaba al Mediador fue apartado. Moar también capitaneó la escucha y el visionado de todo el material que tenía Navarro Tacoronte.
Todo eso ha sido cuestionado por algunas defensas del caso Mediador, que alertan de la posible ruptura de la cadena de custodia de pruebas esenciales. Por ahora, la titular del Juzgado de Instrucción número 4 de la capital tinerfeña sigue con la instrucción, cerrando una a una varias separadas, pero está por ver si las detenciones de esta semana y el papel de Moar, Derbah y Félix Rojas pueden de alguna manera 'contaminar' el caso Mediador y derivar en la anulación de algunas pruebas.
Antes de convertirse en editor de un periódico digital, Derbah fundó empresas vinculadas a la multipropiedad, un negocio que en los años 90 del pasado siglo vivía su expansión, sobre todo en el sur de Tenerife. El listado de sociedades, muchas de ellas vinculadas después a demandas de los clientes por supuestas estafas, incluye Millenium Club Card, Líbano Sur y Colonial Beach Club. También se atribuye a Derbah la propiedad del complejo alojativo Ponderosa, igualmente en el sur de Tenerife, donde agentes de la Policía Nacional utilizaron mazas para acceder a uno de los apartamentos en el marco de los registros realizados esta semana.
La noticia de la detención de tres agentes policiales cayó como un mazazo en ese cuerpo de seguridad, donde lamentan la mala imagen fruto de los comportamientos presuntamente delictivos de unos pocos. Pero admiten que era «algo que se veía venir». Desde que Moar fue apartado de la investigación del caso Mediador, se desató una guerra interna en la Policía en Tenerife que tuvo otro episodio la denuncia contra el comisario provincial de Santa Cruz de Tenerife, Luis Felipe San Martín, presentada por la que era su pareja. «Fue la venganza de Moar», señalan en la Policía.
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