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El viernes 25 de abril marcará fecha en el devenir histórico de la Parroquia del Carmen en La isleta. Ha sido la tarde pregonera en ... la que se proclamó a todas las sendas isleñas, a todos los aires del océano, que se ha cumplido una ilusión, una esperanza, una honda aspiración de todo un barrio histórico y señero, de toda una isla atlántica y marinera, la de la coronación canónica de su Virgen del Carmen, de la Patrona las gentes de la mar.
Esta fue la tarde en que La Isleta, y con ella Las Palmas de Gran Canaria y la isla al completo, se adentró en la vía que directamente, en siete días, la llevará al solemne evento, en el Arsenal de Las Palmas, de la Misa de Coronación de Ntra. Sra. del Carmen, que procesionará triunfalmente por las calles de esta ciudad, a la que su culto y devoción arribó hace ya más de cuatro siglos.
Una coronación con la que culmina el hermoso sueño de una Parroquia, de todo un barrio, pero que, a la vez, marca un culmen en la amplia y arraigada historia carmelitana de Gran Canaria, que tiene en esta entrañable Isleta un compendio y remate de toda ella, casi un auténtico 'Monte Carmelo atlántico', pues la el Barrio de La Isleta, su Parroquia del Carmen, desde la arraigada devoción que la marca desde 1913, es verdadero epítome del devenir carmelitano grancanario. Y todo ello hizo que este acto pregonero fue un momento trascendente, solemne e ineludible en este camino gozoso que se transita hacia la coronación canónica de Ntra. Sra. del Carmen.
Y en aquel querido templo parroquial, abarrotado de fieles, de un público venido de muy distintas partes de la ciudad, con una amplia representación de autoridades oficiales e institucionales, el eco parecía reiterar, una vez más, como la mar, la mar, estaba también presente, incesante, en un rumor costero revestido de espumas, en el silbar de la brisa atlántica, ineludible en el sueño y en el sentir isleño, añorada incluso cuando se la percibe en cada instante.
Y sobre el imaginario de la mar bravía, como esencia de unos sentimientos que trazan siglos de identidad marinera, portuaria e isleña, una devoción que impregna silente el día a día de muchos lugares de la costa y el interior insular, de muchas familias, de muy distintas comunidades y barrios; la devoción que Gran Canaria ha tenido a través de los siglos, la que tiene incólume, muy arraigada y jubilosa en la actualidad a Ntra. Sra. del Carmen, estrella de la mar y de la isla, iris de eterna ventura para los isleños, fénix de hermosura en el infinito cielo atlántico.
Pedestal rutilante, asiento devocional incólume desde hace más de cien años, faro del fervor carmelitano isleño, ejemplo de vida pastoral y vecinal, con una efectiva acción social ineludible para el barrio, como para buena parte de la ciudad, es hoy, con grandes perspectivas de futuro la Parroquia del Carmen de La Isleta, con unas Fiestas en Honor de Ntra. Sra. del Carmen que simbolizan todo eso, junto con lo que este Barrio ha supuesto para el devenir de la ciudad. Y en el marco de ello relumbra la intensa e ineludible labor de su vecindario, de sus parroquianos, organizados en distintos grupos devocionales y de trabajo, tanto en lo socio-cultural y festejos, como en lo social y en lo devocional y lo pastoral, que comenzó con sus primeros vecinos, hace ya más de un siglo, y que hoy se proyecta como camino para el porvenir del barrio y sus habitantes.
Toda esta historia, todas estas emociones también resonaban en las hondas y expresivas palabras pregoneras, del padre Juan Dobado Fernández , Prior del Convento Carmelita del Santo Ángel de Sevilla, que trataba de resaltar el hondo mensaje pastoral que la presencia de Ntra. Sra. del Carmen ha transmitido en su presencia de más de cien años en La Isleta, en el Puerto de La Luz, y que ahora se refuerza y se abre al futuro bajo el potente símbolo de esta coronación.
Fue un momento señero que se abrió con la entrega de un bastón de mando por el Almirante Jefe del Mando Naval de Canarias, contralmirante Santiago de Colsa Trueba. Todo un símbolo de la 'potestas' y la 'auctoritas' honda y espiritual que la Virgen del Carmen tiene sobre las gentes de la mar. Un símbolo señero y elocuente que Ella ahora lucirá en su trono al procesionar por las calles de la capital grancanaria, de su Puerto de La luz. Y en esa procesión urbana, a la vera misma de las aguas oceánicas, se reiteran las palabras de la alcaldesa de Las Palmas de Gran Canaria, Carolina Darias San Sebastián, en el colofón de este evento, que señalaban la gran significación que para esta urbe tenía este acto, y los de la coronación en la tarde del 3 de mayo, que refleja el sentir y la honda aspiración de todo un barrio, de una amplísima parte de la ciudadanía insular, de una ciudad atlántica, portuaria y marinera.
Y es que si el Excmo. Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria tiene reconocidas como 'Fiestas de la Ciudad' varias de las celebraciones vecinales y populares de esta capital, este reconocimiento viene por ser estas Fiestas no sólo unas de las más relevantes en el acontecer socio-cultural anual de la ciudad, en la propia identidad vecinal de una urbe moderna, cosmopolita, integradora, solidaria, magnánima, sino por instituirse estos festejos en verdadero símbolo de unos momentos y eventos históricos, geográficos y urbanos trascendentes para el devenir y la propia conformación de la ciudad hasta llegar a ser lo que es hoy.
Así, una de esas manifestaciones populares representativas de la identidad, el devenir histórico, la conformación socio-cultural y económica, el ser y sentir de un Barrio, y con él de toda la ciudad, son las Fiestas del Barrio de La Isleta en Honor de Ntra. Sra. del Carmen, que se celebran de forma ininterrumpida, y con un arraigo que traspasa las fronteras de la propia colación del Carmen, desde la misma aparición de esta comunidad vecinal allá por los primeros años del siglo XX, hace ya más de cien años. Una tradición y un devenir histórico que ahora se enaltece con esta coronación canónica, la quinta de las Vírgenes coronadas que hay en la isla, El Pino, La Soledad, La Virgen de Guía, Los Dolores de Vegueta y El Carmen de La Isleta.
No es julio, ni es día 16, pero La Isleta, y con ella Las Palmas de Gran Canaria y toda la isla, viven en pleno júbilo, en la emoción de una fiesta sagrada y trascedente para su ser y su sentir, algo que se palpará sobradamente en esa procesión triunfal en la que la Virgen del Carmen, ya coronada, regresará a su casa en su querido Barrio de La Isleta.
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