MET Gala 2025: dandismo negro, un embarazo y algún mamarracho

««¡Odio perderme un evento histórico!». El lamento de la estrella de Los Angeles Lakers, LeBron James, presidente honorario del evento, por una lesión en la rodilla que no le permitió acudir, muestra la magnitud de la gala del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, considerada la más relevante del mundo de la moda.

La todopoderosa editora jefa de la versión estadounidense de Vogue, Anna Wintour, impuso como código de vestimenta el 'Hecho a medida para ti', en alusión a la exposición 'Superfine: Tailoring Black Style' en el Instituto del Vestuario del museo, que se centra en la elegante estética del dandismo negro y se podrá visitar del 10 de mayo al 26 de octubre de 2025 en el Anna Wintour Costume Center.

En la alfombra roja, este año teñida de azul salpicada de narcisos blancos, símbolo de los dandys, hubo, como siempre, de todo. La cantante Rihanna reveló su tercer embarazo enfundada en un corsé de raya diplomática de Marc Jacobs en sintonía con la temática de este año. La cantante y empresaria compartió protagonismo con Zendaya, perfecta con un traje blanco a medida de Louis Vuitton, la firma estrella de la velada, que también vistió Wintour.

Precisamente Pharrell Williams, director creativo de la línea masculina de Vuitton y copresidente de la gala esta temporada, destacó con una chaqueta cuajada de perlas, unas 15.000, mientras que su mujer, la diseñadora Helen Lasichanh, se decantó por la tendencia sin pantalones con un body y una americana de cuero, al igual que Hailey Bieber, que acudió sin Justin, y Sabrina Carpenter, también de Louis Vuitton.

El piloto de Fórmula Uno Lewis Hamilton y el actor Colman Domingo, anfitriones de la gala, fueron de los primeros en aparecer entre las estrellas internacionales del deporte, la música, el cine y la televisión. Domingo vistió una capa plisada azul real que caía desde un armazón dorado y blanco sobre sus hombros en homenaje al fallecido periodista de moda André Leon Talley, fanático de las capas.

Entre los españoles invitados a la gala estuvo Rosalía, muy favorecida con un Balmain de Olivier Rousteing. La cantante llevó un original vestido con parte superior rígida a modo de escultura griega y falda drapeada en un interesante juego de texturas. Tampoco hizo caso a la temática el top Jon Kortajarena, fiel a la indumentaria clásica, ni Georgina Rodríguez, que se estrenó —y estrelló— en la gala con una suerte de salto de cama negro de Vetements, con tatuaje falso promocional incluido.

También dio el canto el músico André 3000, de los más extravagantes con un piano a modo de mochila, Bad Bunny con un enorme bolso sin sentido y Shakira, muy desubicada con un vestido rosa estilo princesa con una inmensa cola.

Entre los políticos no estaba Donald Trump, vetado en el evento desde hace años por Anna Wintour, pero sí la ex candidata presidencial demócrata Kamala Harris, que no desfiló por la alfombra pero el Partido Demócrata publicó en redes sociales una foto de ella con un vestido largo en blanco y negro.

Tan vetados como Trump estuvieron tres alimentos para la exclusiva cena: ajo, cebolla y cebollino, para evitar olores fuertes en el museo, decorado como una sastrería inglesa. Las entradas para el evento benéfico rondaron los 75.000 dólares por persona y las mesas los 330.000.

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